Rótulos, publicidad, mensajes, objetivos… Hoy vamos a hablar sobre el marketing emocional, un término que arropa a la vez a todo el enunciado inicial.
El marketing emocional lo que busca es movilizar a las personas a través de los sentimientos, valores y emociones, de cara a crear actitudes y acciones favorables hacia un determinado producto.
De esta manera, las marcas van creando expectativas en los individuos a través de la generación de espacios basados en las sensaciones.
Recientemente se ha afirmado que casi el 99 por ciento de las ocasiones, compramos un producto a consecuencia de un impulso, sentimiento o emoción que tan solo se ha razonado en parte.
Con el marketing emocional se destacan especialmente los valores asociados a los deseos, anhelos y aspiraciones internas de los posibles consumidores. La clave se encuentra por lo tanto en generar relaciones afectivas.
Ya no sólo nuestra cabeza gestiona un rótulo, un anuncio o una publicidad. Nuestro corazón, hoy en día, es quien tiene la última palabra.