Las oficinas grises, neutras e impersonales son cosa del pasado. Incluso con el auge del teletrabajo, las empresas, tanto grandes como pequeñas, se están esforzando por crear espacios laborales abiertos, con un gran sentido estético y que inviten a la productividad, creatividad y bienestar de los empleados.
En esta transformación la rotulación de oficinas tiene un importante papel. Es una manera simple, económica e inmejorable de dar a tu oficina una personalidad única. Desde vinilos y murales a mensajes y logotipos, existe toda una serie de elementos a tu servicio para crear el espacio de trabajo que necesitas.
¿Quieres saber más? Pues desde Rótulos Matesanz te ayudamos a elegir con unos consejos.
Los vinilos corporativos en interior de oficina tienen una doble función: Por una parte, deben causar una impresión positiva y clara en quienes nos visiten (posibles clientes, partners, candidatos a puestos de trabajo, etc.), mientras que, por otra, deben reforzar el sentido de equipo y de trabajo entre los empleados.
Es por ello que hay que encontrar la medida justa entre el impacto y la naturalidad. Ni debes pasarte de chillón, ni debes quedarte corto. Si hay un diseño que, por la naturaleza de tu negocio, consideras positivo que sea muy llamativo, incluso estridente, te recomendamos focalizarlo en un punto concreto.
Para crear tu imagen de marca o tu identidad visual de empresa dispones de varios lugares óptimos para colocar tus vinilos: muros y tabiques interiores, cristales, pilares, columnas. El vinilo de corte, menos intrusivo, es probablemente tu mejor opción.
Para el exterior te recomendamos placas de composite, metálicas o de metacrilato que anuncien de forma discreta y elegante tu presencia en el edificio.
Sitúa estos elementos en puntos donde permanezcan visibles, de otra forma el efecto se pierde. Instalar un mural de vinilo con una imagen representativa o un paisaje puede resultar muy bien si el espacio lo pide. En cualquier caso, tus rótulos corporativos deben lanzar un mensaje homogéneo, pero sin caer en la monotonía ni la pesadez.