El hombre anuncio es una técnica publicitaria que se fundamenta en que una persona lleve rótulos publicitarios sobre si mismo. Lo más usual es que el hombre anuncio porte dos carteles, uno frontal y otro dorsal, que cuelgan de sus hombros.
La utilidad consiste en situarse en los aledaños de un determinado establecimiento o bien para promocionarlo o para dar a conocer los artículos que se comercializan en este. También se emplea para actos culturales o espectáculos.
Los motivos que se dan para justificar esta publicidad son:
Su cometido es pasearse con sus carteles publicitarios en la zona escogida, preferentemente en fechas y horas de gran afluencia, repartiendo folletos u otra documentación promocional.
Cabe destacar que el ayuntamiento de Madrid prohibió en octubre de 2008 los tradicionales hombres-anuncio que trabajaban en la ciudad.