Nos remontamos al 19 de enero de 1915, exactamente cuatro años mas tarde de haber presentado en el registro de la Oficina de Patentes de los Estados Unidos su proyecto. En ese momento, el físico francés Georges Claude recibe el visto bueno para que su patente de lámparas de neón pueda seguir adelante.
Los rótulos de neón son textos compuestos por un tubo de neón fluorescente fabricado de manera artesanal de tubos de vidrios equipados mediante un sistema de iluminación para pantallas TFT de retroiluminación, ya sea a través de iluminación directa o indirecta, o bien estándar o hecha a medida.
Habitualmente, los tipos más comunes son de tono blanco, es decir, mas de 20 tonos de 2300º K a 10.500ºK. También existe una paleta de 40 colores disponible compuesta por un tubo fluorescente de cátodo frio con consumo modelado, un nivel bajo de gasto energético que ronda el consumo medio de 25W por metro y su capacidad de ser 100% reciclables mediante los canales apropiados.
Su aprecio en nuestro sector viene dado por su índice de reproducción cromática, así como la capacidad de mezcla de colores. Los tonos e intensidad finales van a depender de la aplicación del fósforo pertinente, composición del gas en el interior del tubo y el color del cristal.