Fue el pasado septiembre cuando en el pleno del Parlamento Europeo se dio el visto bueno a la nueva directiva sobre los derechos de autor también conocida como la del copyright con los artículos 11 y 13 de la misma como principales precursores de la polémica.
En el artículo 11 de dicho texto se contempla que quien ostenta la autoría de una obra tendrá el derecho de autorizar o prohibir su réplica además de recibir una remuneración justa y proporcionada por cada utilización de esta.
El artículo 13 por su parte establece que los proveedores de servicios referentes a la sociedad de la información que almacenen y faciliten acceso publico a grandes cantidades de obras o prestaciones cargadas por sus usuarios deben adoptar junto a los propietarios de derechos las medidas oportunas para asegurar el correcto funcionamiento de todos los acuerdos en cuanto al uso de las obras.
Más allá de opiniones si parece un hecho que existe un desfase entre la regulación normativa y la realidad, en la cual se producen actos de comunicación masiva en plataformas como Twitter y Facebook además de que la industria de contenido digital ha generado nuevos modelos de negocio.