Cuando creamos una imagen de marca lo primero que nos viene a la cabeza es si el diseño debería ir en color o en blanco y negro. Lo que debemos de tener claro es que lucirá igualmente tanto de una manera como de otra.
La originalidad, sencillez, inteligencia y capacidad comunicativa de todo el diseño centra gran parte de sus cualidades en el color o en su ausencia y, con base a estas características puedes definir el camino creativo para tu próximo diseño.
Un estudio nos ha sugerido que los anuncios en blanco y negro y los de color provocan diferentes reacciones en los consumidores e influyen en sus decisiones de compra. El resultado de dicho estudio dio lugar a diferentes opiniones. Las personas que veían las imágenes en blanco y negro las organizaron por categorías basados en funcionalidad mientras que las de color las acomodaron a la estética, es decir, los consumidores enfocan las características del producto cuando no hay color.
Finalmente si nos decidimos por el blanco y negro tendremos una visión más sencilla, destacaremos las texturas y rasgos visuales, aprovecharemos la simetría y la composición visual.
Mientras que si lo hacemos a color colocaremos al diseño en la veracidad discursiva y resultará más llamativo a simple vista.