100 años. Todo un siglo iluminando nuestras vidas. Estamos hablando del neón.
Fue el físico francés , Georges Claude, quien patentó los tubos de neón.
Tomando como referencia experiencias pasadas, Georges Claude empezó a aplicar descargas eléctricas dentro de un tubo con gases inertes.
Y cuál habría sido su asombro al ver, que gracias a esa corriente, se producía luz. Si el gas usado era neón, se iluminaba el tubo con un intenso color rojo, que se podía ver incluso de día.
Los letreros de neón fueron especialmente populares en los llamativos anuncios de los años 20 y 30. Este tipo de luz se produce en unos tubos que contienen neón y otros gases enrarecidos que, mediante la electricidad, dan una luminescencia brillante.
El neón sigue sobreviviendo pese a que competidores no le faltan. Ya en los años sufrió una profunda crisis, con la aparición de los rótulos retroiluminados, y ahora los LED están pisándole muy fuerte y lo hacen sin mucho gasto energético.
Sin embargo el neón siempre ha tenido un brillo muy especial, lo que hace muy atractivo en el mundo de la rotulación.